Tenemos un problema


Últimamente he optado por pensar y pensar, aunque la verdad siempre he sido algo introspectiva es por eso que me es más fácil escribir que hablar aunque me obligo a señalar que cuando algo se tiene que decir, lo digo.
Tengo demasiado tiempo o el tiempo es demasiado pero cargo todo el día un montón de frases danzantes en mi cabeza, ideas que vienen y van. El mes de noviembre que ha pasado me pareció un eterno año, diciembre realmente no hace mucho la diferencia; mucho frío, soledad, un dolor latente… un panorama no muy alentador.
He pensado seriamente en el problema que tenemos como seres humanos, se supone que el lenguaje es para comunicar, expresar, pero pareciera que no tenemos nada pues no hemos aprendido a usar las palabras. Tenemos un miedo absurdo a decir las cosas como son y a llamarlas por su nombre, un miedo estúpido a una infinidad de cosas, al amor, a compartir, a vivir… yo realmente no entiendo nada.
Desde aquí he visto muchas veces como uno lanza promesas al aire, y digo al aire por que decimos y juramos cosas que no podremos cumplir, y entonces ¿para que decirlo? ¿No sería más fácil decir aquello de lo que realmente estamos seguros?
Todos piden sinceridad y evitar “broncas” pero nadie hace nada para obtener eso, si tu dijeras las cosas como las piensas y las sientes, claro esta con un toque inteligente, por que hasta para hablar se necesita coordinar tu cabeza con tu boca y es que no se trata de escupir las palabras, se trata de decir lo que es y como es, no hay de otra. Sinceramente los puntos medios estorban, la tibieza…
Yo si creo que tenemos un problema o unos cuantos, principalmente el miedo a hablar las cosas como deben de ser, por otro lado pues se encuentran problemas como los prejuicios, la moralina, la indecisión, los términos medios…
Posiblemente no hay tal problema y el problema es que todo esto no es más que algo que me molesta, y es que ¡CARAJO! ¿Acaso hay tanto problema en la entrega, la confianza, la sinceridad…? ¿Acaso seré solamente una soñadora estúpida que aún se asombra, se quiebra, y sigue pensando que después de todo hay algo más? Y es que sinceramente me cuesta pensar que vivimos en un mundo donde hacen falta muchas cosas. Pero como siempre, al fin de cuenta sólo somos hombres.

[Nota personal: ¿Será tan sólo que me siento muy cansada y triste?]



Viviana Nevárez

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