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Mostrando entradas de 2015

•A veces el tiempo•

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Me quedan las horas que compartimos siempre, las noches en vela, las carcajadas.  A veces el tiempo nos cuenta chistes, nos cambia la historia, a veces el tiempo nos olvida.  Yo no tengo razones para querer olvidarte no quiero olvidarte, no quiero, porque en tus ojos vi locura y entre mis manos tome tus manos.  Tiene memoria la carne, los huesos, y el cuerpo, es seguro, que no olvida. A veces el tiempo nos gana nos quedamos sólo esperando… Si me preguntas, yo no lo entiendo y he buscado respuestas en todas partes. Debajo de las sábanas negras, entre tus piernas; en tu lengua que a veces traiciona.  De nuevo me encuentro sola y dispersa,  pero entiendo las cosas que la vida propone y yo te propongo, hombre, ser mejores porque al final del tiempo… A veces el tiempo es mentira, y tú y yo nos quisimos entre las promesas no cumplidas y las palabras mal dichas. A veces, sólo a veces  quisiera regresar el tiempo. … Pero sin duda

• Siento, lo siento •

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Con la planta de mis pies siento la espuma del mar, la arena en la playa, las nubes son pretextos; el aire despeina los recuerdos. Nace el reproche al instante el monstruo de lo innombrable, con la palma de mis manos; sé que estoy, me siento. Se cansan mis ojos, se cansan los labios y la lengua. Todo siempre se cansa y cansa; como de andar se fastidia el andariego. Espero el momento cuando no pueda despertar sola y me haga falta una almohada a tu lado,   la mitad de la cama que es tuya.  Cuando me encuentre recogiendo los pies, Alto, muy alto. Para darle espacio al papel enrollado lleno de llanto, de agonía y desencanto.  Y siento de nuevo lo que sentí ayer el dolor profundo de volver a creer, no sólo en ti, en otros. Y la otredad se convierte en enemigo.  Siento, lo siento. Viviana Nevárez

• Remanencias •

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El silencio me acompaña por las noches y sabe que busco refugio en mi cabeza, pretendo encontrar no sé qué cosa. Afuera todo es soledad y amarga melodía. Se rindieron los cuentos, las hadas y mis fantasías. Y estoy de batalla con mis demonios que nunca se fueron. Pobres mis ojos, goteras infinitas, mis manos tan cansadas... De ti, todo es sobre ti. Y el abrazo no nato o el beso. Me regreso a mi abismo, sin ti pero contigo, siempre. Viviana Nevárez

•Todo era azul •

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Hace mucho tiempo conoció el dolor en sus noches aparecía océanos,    y eran sus ojos culpables de un abismo. Tanta agonía  en un espacio pequeño un hueco irreparable, inconfundible y el deseo eterno de comenzar de nuevo. No eran rosas sino espinas su camino y andaba de pies descalzos, sufriendo como quien busca un castigo. Me queda la espera, la eterna esperanza, el cielo y la luna, sobre todo la luna musa de todos, ajena. Hace mucho tiempo… La espesa niebla de tu cigarro era enemigo teníamos de alcohol una fiesta, abrigos falsos, falsos amigos. Existía un nosotros y un hasta pronto. Te besé despacio y se detuvo el tiempo bajo tus ojos llorosos y mis manos inestables la misma historia, otros personajes. Hace mucho tiempo que dije te quiero entre copas vacías y sábanas sucias, todo era azul  mas no era el cielo. Viviana Nevárez  

• Es posible •

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Es posible estar sin ti y caminar sin rumbo buscándote, vivir sin pena llorando. Es posible estar sin ti despertar con los brazos abiertos no tenerte, ya no verte. Amanecer absorta de tanta rabia de sufrimiento, sufrir lento, sufrir… Andar siempre en busca de alguien no tener nada, no tenerte aquí. De vez en cuando abrir los ojos querer pintar de nuevo en grises, y viajar muy lejos para olvidarte.  Me recuerdo ahora como era antes entre las sombras de mis lamentos, me recuerdo ahora con simpatía entre la espina de la ironía.  Y es posible no verte nunca porque tus gestos son de fracaso, de hombre que miente, de hombre… ¡Que no sé ya lo que hace un hombre! De tus palabras guardo cenizas y hago de tus encuentros sonrisas porque no quiero tenerte cerca, como la llaga que duele cuando uno camina. Es posible que de ti sólo tenga el impulso de haberte amado sin pensarlo. Y es posible, y fue posible; alejarme, au

• Te mueves igual … •

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Te pienso de día y de noche a media tarde o de madrugada, en el lugar de siempre te pongo como secreto como un pretexto. Busco  encontrar tus ojos en otros y sentir que me ves sin estar. A distancia tus labios morbosos, un suave aroma, una caricia. Me encuentro en ti y por ti me pierdo todo en el instante perfecto con cadencia pasa el tiempo y ya no busco tu encuentro. A media luz te dibujan mis manos como quien conoce el camino, la presión justa y el color exacto; de tus ojos culposos, de tu boca… Y en mi lengua tu lengua ferocidad perfecta. Te mueves igual que el viento y con el viento me acuesto.  Viviana Nevárez  

• Miedos •

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Tengo miedo de tener miedo, del tic-tac constante del reloj. Miedo del tiempo que se va de lo que no retorna, del olvido. Me da miedo dejar de tener miedo y tirarme a la calle a llorar, despojarme de las ropas, sucias, desaparecerme entre las voces. Tantas. El absurdo temor de  des-dibujarme y que no queden ni letras, ni espasmos o alguna huella que diga que estuve; como caricia constante en el aire. Se me arruga la carne al pensarme ajena al deseo de alguien, cualquiera, carente, sí, de ego.  Miedo de estirar mis dedos y verles caer. Consumirme entre las llagas de un pasado asumirme en el mismo espacio y lugar ajena al tiempo y el deseo, de más. Miedo de quedarme siempre… De olvidar las cosas importantes de no ser la mejor madre y mujer, miedo de dejarme sola por no dejarles solos. A  dejar de ser yo por tratar de cambiar-te. Miedo porque el mundo gira siempre al mismo tiempo y la gente no cambia, y el tiempo no

• Casa vacía •

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La casa está siempre vacía no le falta ningún adorno y en ella viven los ausentes, nosotros, los que fuimos olvidados. Todos los días somos sombras, esclavos de unos y otros con pedazos de cariño escombros de aquel amor. La almohada nos sirve de abrigo de sustituto al abrazo, de caricia, rozamos el pecho contra el suelo nos desangramos en silencio. Nos quitó el tiempo todos los besos y el brillo en los ojos, nos fuimos; como se van los sueños e ilusiones nos queda la nada agonizante. Cu ánto silencio nos invade ahora ya no hay buenos días ni días buenos y las buenas noches son por separado, lejanos, abruptos... relegados. Aquí siempre hemos estado, pensando, y abrimos los ojos y los cerramos porque da miedo verlo todo y darse cuenta que nada queda. Viviana Nevárez

• Todo son rosas •

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De pronto buscamos los besos que nos faltan y los brazos que no dan abrigo a media noche, otras caricias aunque sean vanas que al día siguiente todo son rosas. Como en todas las guerras: masacre, víctimas, muerte y después paz.  No importa que sea efímera y que mañana, tristemente, paguemos la cuenta. Y todo son rosas.  Un disparo justo en medio de la cabeza  porque el corazón es un juego  lo sabemos   todo y lo negamos todo. Somos burla o un chiste mal contado. La cama ahora es un simple lujo el mueble que siempre ha sido, bello ornato que hace la casa acogedora; parece un hogar ese rincón nuestro. Y bebemos vino en lugar de té para ahogar las frases que no decimos, delicado espejo que nos   refleja que ahora somos algo que no es destino. Y todos son rosas después de huir uno del otro, huimos como enemigos; sentados bajo el mismo techo dándonos todo menos el tiempo.  Viviana Nevárez

• Invento •

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En un mundo distinto ni te amo ni te odio existes porque te creé el día que tropezamos, cuando dijiste te amo y yo sólo te creí. Dentro de mi universo no habitaban tus sonrisas ni tus manos musicales o tu cabello despeinado, hice de ti hasta tu nombre y te dejé anidar en mí.  Tres o cuatro primaveras pasaron, no recuerdo, lo olvidé cuando te marchaste  y dejé por un tiempo el invierno aquí. Nunca quise responder tus palabras o las frases mal dichas. Nunca dije que dolías y entre tanto y nada; desaparecí. Dejé en pueblos lejanos tus besos terciopelo los abrazos los lancé en una fuente olvidada, donde iban los ancianos a refugiar sus recuerdos. Tenía de ti muchas palabras, algunas muy sabías otras muy tontas. Tuve paciencia y tuve amor, pero el destino supo lo que tú y yo no.  Todo en pasado porque el presente te juro ex- cariño, no te pertenece. Viviana Nevárez.

• Re-caída •

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Es siempre de noche cuando llegan las musas aunque sea sólo un pretexto para escribir, musas, recuerdos, dolor... es lo mismo. Uno no escribe las sonrisas ni los abrazos, porque no sabemos escribir la felicidad. Pero nos llega el dolor y la tristeza para jugar un rato con la cabeza. Y sofocarnos. De noche nos tiemblan las manos y somos poetas de clóset. Ancianos del alma, ansiosos de todo. Nos comemos el mundo porque no queremos perdernos de nada.   ¡Miedos! Cuando invaden las penas duele panza y es que la panza es siempre primero, hasta para llorar un rato. Te arde, sientes que te queman de adentro hacia afuera. Y es siempre de noche cuando alzas las cortinas y te das cuenta que se ha ido el sol, el día; de pronto también se van los años luego la vida. Y te preguntas, con la voz desgastada:  ¿Quién era yo antes de ser esto que hoy soy? Nadie responde, porque el pasado se borra y dicen que los muerto

• Un poeta y un niño •

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Recuerdo a un hombre de poesía alto, enorme como un árbol intimidante pero tierno como lechón, y amoroso como un niño.  Escribía cada noche sobre el amor y las mujeres. De todas las que amó. Jugaba sin horarios a ser un hombre, un gran hombre aunque fuese crío. Yo lo quise en mi navío y viajamos. Siempre caminamos a todos lados, a veces a fuerzas; porque su defecto fue la pereza. Nos reímos a ratos, fuimos amigos siempre fuimos amigos, porque en mi viaje andaba yo ausente; desahuciada, lejos.  Y encontré el refugio en el bueno quien me prestó sus brazos y sus sueños, y no me excuso o arrepiento; porque le quise aunque a destiempo. Me fui, nos fuimos...  y fui espina en un corazón herido, como fue para mí otro hombre; un ausente, perdido.  Le recuerdo igual que los tiempos buenos con la mirada inocente, con la sonrisa de siempre entre edificios, pueblos y callejones; entre hoteles y direcciones perdid