• Pensar, pensaba, pensé •
Pensaba que te iba olvidar que la noche no sería eterna que el fantasma de tus besos no me perseguirían. En cada suspiro un recuerdo y el dolor tajante del amor ese amor que ataca el alma que atrofia al tonto corazón. Queda sólo el reproche y un puño de heridas esas cicatrices inútiles que han destrozado mi vida. No quiero los brazos de nadie ni la promesa quimérica ni años compartidos para terminar siendo polvo. Pensaba que tu cuerpo era mío que se trataba de sueños de estrellas ordinarias y solas o cenas, sexo y amapolas. Pero qué le dices al fastidio, para no culparlo de los daños qué haces con el deseo anidado sobre tu cama. Dónde guardas los fantasmas dónde que el día es efímero las noches infernales y es la luna testigo del suspenso. Pensaba que eras hombre no esclavo, ni sátira o maleficio, que tus ganas eran mías y tu ojos dos luceros. No hay perdón para el insomnio o para la agonía perpetua no hay escena que no sufra ni momento en que te olvide. Arráncame de tajo tod