• Pensar, pensaba, pensé •


Pensaba que te iba olvidar
que la noche no sería eterna
que el fantasma de tus besos
no me perseguirían.

En cada suspiro un recuerdo
y el dolor tajante del amor
ese amor que ataca el alma
que atrofia al tonto corazón.

Queda sólo el reproche
y un puño de heridas
esas cicatrices inútiles
que han destrozado mi vida.

No quiero los brazos de nadie
ni la promesa quimérica
ni años compartidos
para terminar siendo polvo.

Pensaba que tu cuerpo era mío
que se trataba de sueños
de estrellas ordinarias y solas
o cenas, sexo y amapolas.

Pero qué le dices al fastidio,
para no culparlo de los daños
qué haces con el deseo
anidado sobre tu cama.

Dónde guardas los fantasmas
dónde que el día es efímero
las noches infernales
y es la luna testigo del suspenso.

Pensaba que eras hombre
no esclavo, ni sátira o maleficio,
que tus ganas eran mías
y tu ojos dos luceros.

No hay perdón para el insomnio
o para la agonía perpetua
no hay escena que no sufra
ni momento en que te olvide.

Arráncame de tajo todo, la distancia,
estas alas de hada maligna
estas huellas tatuadas, insulsas;
pensé que podía, mentí.

Viviana Nevárez

Comentarios

Entradas populares de este blog

• Me llaman puta •

• Deberían ser ilegales tus caderas •

• De locura nocturna •