¿De qué muerte te escondes?

Cada noche sin dormir he de comer un trozo de mi cabeza, las horas a pesar de morir una a una y cada día parecen ser eternas. Ya no se si resignarme a morir de dolor o aprender a vivir con él. Viviana Nevárez

Todavía no encuentro el lugar aún no se si podré continuar entre tanta distracción y una imitada anciedad. Quisiera volver a empezar pero todo va mal. Espero poder moldear de nuevo lo que he destrozado ya. Sigo anclada en este universo ¿cuándo veré mi realidad? Viviana Nevárez (palabras al viento)

Hace tiempo que no me sentaba frente a mis pensamientos. A pesar de la insistencia por auto flagelarme con el fin de no escupir más de las barbaridades que suelo escribir, convertí mis pensamientos en una masa que atrofio mi cabeza y se llevó consigo mi estado anímico regalándome a cambio una magnifica y muy conveniente “enfermedad”, depresión. Momentáneamente me convertí en un adorno de mi casa, algo empolvado y ya muy macerado, pero al fin útil. He de confesar que las circunstancias en las que estamos viviendo como ciudadanos, estado-nación son muy deplorables, pero no radica ahí mi problema; sino en la completa falta de interés hacía lo que esta sucediendo. Vivimos entre matones y matados, entre pistolas y balas entre ignorancia e ignorados. Me aferro a tratar de saltar toda esta miseria que nos asedia, pero a cada rato tropiezo con la realidad. La historia ha ganado terreno y los hechos no tienen vuelta hacia atrás, yo mientras me como las uñas intentando disipar un poco mi intranq

(Ideas desencadenadas, desenchufadas, deshechas) Desde hace tiempo que vivo cansada de huir de mis pensamientos, me encierro en los libros en búsqueda de nada y con la esperanza de que un día todo desaparezca sin razón lógica aparente. Trato de creer y muero en el intento, lucho por alcanzar a ver que todo retorne a su lugar pero parece que cada día que pasa me recuerda que los sueños hace mucho que murieron y que sólo ha quedado un puñado de frases rotas y deseo inalcanzables. Parece que por más Miss Universos que pidan la paz mundial eso no terminará pasando, ahora parece un slogan más que alentador, deprimente. Deberíamos de enterrar nuestras cabezas debajo de la tierra como los avestruces, tragar polvorones de lodo y asfixiarnos por la vergüenza de ser como somos. Hace tiempo que duermo sin dormir y que camino sin ver hacía donde voy, atrapada en una vida de deseos insatisfechos y de perversidades incompletas. De cuentos alterados por la ambición del hombre y de perturbadas mentes

Hace tiempo que los sueños se agrietaron Por las calles ruedan cabezas sin dueño Cuerpos mutilados navegan en océanos Libres de pecados libres de conciencia. Pocas manos extendidas en el mundo Una de cada cinco personas se hunde en el abismo Ver pasar cada noche el reloj añorando la paz, armonía Hace tiempo que se fueron las aves, El cielo dejó de ser claro, la visión se ha hecho imposible. En la tierra se escuchan los llantos, lamentos De dolor y agonía, los hombres se reparten poder Las mujeres persiguen la perfección Cuerpos esbeltos, deformados, Enfermedad y traumatizados. El suicidio se cotiza en cada esquina La intolerancia convierte al hombre en asesino Muerden, patean, arrastran Hace tiempo que se reclama Un poco de luz, balance. ¿A dónde llegará la humanidad? La tierra nos ha dado todo, los guerreros han muerto en vano Las especies no se respetan, hay un colapso humano Lágrimas de olvido lloran los viejos Añorando el mundo que ayer vivió y hoy agoniza Ahora quién regresará las

En esta noche cálida mis palabras parecen morir Hace tiempo que cultivó una pequeña planta Ahí guardo las letras perfectas para ti, Los reclamos incesantes, los caprichos, amores Y entre tanto, las escenas infaltables de celos. Cada día la riego con un poco de agua Esperando no humedecer demasiado la raíz Pues me atemoriza que un día mi planta pueda morir Y naveguen ahogadas las frases que con esmero construí. Después converso con ella con el afán de que un día, -Cansada de servirme a mí- eche en vez de letras Grandes párrafos de frases profundas… Sin comas, sin acentos ¡Qué importa! Cada noche ha sido igual, pero hoy todo cambió Vi llorar efusivamente a la mitad del alfabeto, La letra P y la S intentaban suicidarse, Una le ayudaba a la otra desesperadamente. Entre ahogados y ahorcados, mi planta se comenzó a secar Sus raíces se encorvaron… Esta noche descubrí que las frases que formó Entre tus brazos, las envuelves en papel y las tiras por el caño Sólo escucho el grito agudo de mis l

Esta noche el insomnio se ha vuelto incomodo, de repente es bueno quedarte despierto y pensar. A veces la vida nos consume tanto que perdemos el tiempo con nosotros mismos, el momento en el cual puedes escuchar tus pensamientos y hablar con tu interior pero cuando estas noches se convierten en una costumbre, el insomnio ya no es tan agradable. Por eso escribo, por que las palabras rondan mi cabeza; aparecen en desorden y bailan sin parar, saltan unas sobre otras se revuelcan como lombrices en un apetitoso lodo de pensamientos cruzados. Hay tanto dentro de mi que no se que debe salir primero, ya todo parece convertirse en una masa sin forma ni fin, como la vida misma. Cada noche es una espera continúa del momento en el que mis ojos se cierren y pueda entrar a mis sueños; en donde también se esconden las aventuras más inimaginables. Como despertar dos veces a la misma hora, confundir la realidad con un sueño y no saber si lo que te rodea es producto de tu imaginación o simplemente la cre

La eternidad y el vació no son nada Ahora el mundo es negro Las aves se han cansado de volar, sin rumbo Y el hombre mata. No hay motivos para vivir, Hoy todos quieren dormir Zombis hay en el día, Ojos saltones, grandes mentiras. Ya no hay nada que ver en el cielo Los sueños se han quedado dormidos Y el color ha desaparecido. Ríos de sangre fría. Guerras invaden el mundo, hipocresía, El poder transforma las mascaras Que encierran los rostros de agonía; Tristes palabras, ya no hay poesía. El hombre es cazador del hombre La religión suprime deseos, condena Mientras el mundo camina Sobre lujuria, pasión y tragedia. No hay motivos para vivir Hoy todos quieren sufrir Entre espinas y condenas Entre abrazos y cadenas. Ya no hay nada que ver en el infierno Las llamas se han consumido El diablo desapareció, Su sonrisa no se escucha en la oscuridad. El silencio se disipo, todo se ha transformado El hombre se destruirá sin armas y sin misiles Su poder se ha concentrado En depresión y suicidio. Vi

Jamás pensé desear a alguien como tú, Con tu figura, tu piel y una dulzura incierta Fría pero voraz, tan fuerte y a la vez tan sensible. La fantasía de mi vida hecha realidad, sueño contigo A veces tus manos me recorren lentamente y me pierdo Otras tantas, eres tú la que es acariciada Y en un lugar secreto, nos besamos. ¿Qué sabré yo de amor infinito? Si he de tener alas negras, Obscuras de tanto caer sin tener la lección aprendida, Alas necias de volar por un mismo rumbo Sobre un sólo horizonte Soy el hada que recoge sus alas por la noche Para volar en sus sueños y caer en tus reproches Por no darte lo que tus labios gritan Y no besar tus senos desconocidos para mis ojos. Te llamaré diosa, flor, ausencia, Te nombraré suspiro, carencia, anhelo Mientras permito a mi deseo estrujar tu cuerpo con el mío Mientras devoro tus piernas y me regocijo en tu sexo Sonreiré en silencio y con la maldad que me has otorgado, Serás mi princesa encantada, mi lujuria… La fantasía de mi vida, tu tendida e

… Es rabia por que aquí nada me sostiene, me pierdo entre la inmensidad, entre lo desconocido y los desconocidos. Al parecer, subir me aterra. A veces quisiera ser la hormiga que es aplastada por un zapato distraído o ser invisible ante los ojos de la tristeza adquirida por automatización. Pero absurdamente no soy la hormiga que muere aplastada por el gigantesco bruto ni invisible a los ojos. Por eso caigo, pierdo y me rindo. No se trata de días, horas o segundos interminables, ni de un futuro inexistente o entusiasmo programado, de amor o fuerza. Yo soy quien excava su tumba, araña el colchón y muerde la almohada al ser penetrada por el deseo incontrolable de correr a los brazos de la mujer inmortal. Dueña y señora, no distingue raza, religión ni clase social. Mujer sin rostro que viste de largo y se cubre con mantos negros y llanos, la puta que aparece en mis sueños y atormenta mi realidad. Caminando con seguridad insultante orgullosa de sus hazañas y sedienta de cuerpos tibios, de a