- Un mar de madrugada -
De madrugada llore un mar, debajo de las sábanas para no levantar sospechas; para no perturbar a los muertos que se sientan en mi cama. Entonando cada sollozo, las agujas del reloj, a paso firme el tiempo marchitando los segundos. Ahí el mundo es un puño de papel mojado, de agua salada que inunda los ojos. Como se inundan las casas de tantos, y las ilusiones; pueblos enteros consumidos. Como se consumen los sueños de los niños, la promesa de un futuro que se encuentra inalcanzable, corrompidos por el interés; las promesas son engaños. Como aquel que devora la inocencia, que arranca las ropas de cuerpos pequeños y lacera vidas, vidas que se pierden a cada instante, entre letra y frase. Interminable, el deseo vulgar de animales sin rumbo, animal figurativo, que somete a la mujer necesitada, sexo por empleo, sexo por un puesto, sexo por sexo, sexo porque quiero. Mordaza impuesta entre los labios de tantas, y tantos; que caminan con la miraba baja, entre ofensas e insultos; humillaciones d