• De extrañarte tanto •


• De extrañarte tanto •


Creí que sería fácil ignorar los días y engañar al tiempo
sedar un poco los sentimientos para no pensarte,
caminé segura con la idea errónea de sentirme fuerte;
de extrañarte tanto se inundo mi vida y ahora tengo océano.

Aguas donde sumerjo las noches para olvidar el idilio
y quedarme con el corazón desierto, si se puede muerto,
no poder despertar y lanzarme al abismo, olvidarte y ya;
poner en claro la distancia, hacerle juicio al desencanto.

Sacarme los ojos para no verte en cada espacio de mi cuerpo,
y negarme a tus brazos de hombre imperfecto, pero ideal;
porque recoges los versos de algún manantial, tesoros míos:
las horas y los meses. Y el día en que te espero...

... No llegarás porque no has querido emprender el viaje
y tal vez yo no regrese contigo. Del amor que siento dentro,
las ganas de tenerte cerca, sin metáforas de por medio
tan cerca que respiremos el mismo aire.

Sentirte más dentro que fuera, abrazarme a tus caderas
para suspendernos en el tiempo, ser etéreos e infinitos,
dioses construyendo, gobernando un gran Olimpo:
de extrañarte tanto, me pierdo y sé que te pierdo ¿no lo ves?

El vacío que no llenamos nos podría separar, más distante aún,
creo que mucho más. Y beberé lagunas en lagrimitas de cristal
hasta dejar desiertos donde ahora se podría navegar...
pero hoy, sólo quiero decirte los siempre y omitir los nunca.

Memorizar tu espalda y esas frases improvisadas, tu sonrisa;
esa manera tuya de esparcir los alimentos a la hora de comer
yo en verdad no quiero dejarte fotos de nuestros torsos sin arropar
yo te dejó nada para que así nada te pueda atormentar.

De extrañarte tanto, me pongo a delirar; añorando tus labios fríos,
ese tempano que se derrite al tropezarse con la desnudez:
de mis senos voluptuosos y mis muslos de cristal. Obscenidad vital,
tirarme sobre tu cama y en silencio retozar...

... Tus hazañas y tu sexo, agua impía, tu sudor. Pecado de tu falo,
por extrañarte demasiado, me acostumbro a tus reclamos;
y comienza el juego diario de hacer de mi mano tu mano:
me recorres sigiloso porque me conoces bien y entonces, te amo.

Viviana Nevárez

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