Entradas

Mostrando entradas de noviembre, 2011

• ¿Qué es el amor? •

Imagen
¿Qué es el amor? una mancha sobre el mantel, lágrimas con disfraz. El amor es un sinsentido. Jamás cerrar la puerta dejar entrar y salir tragedia. Amor, un mal concepto; un pobre y abandonado sentimiento. ¿Qué es el amor? Abrir los ojos y verte frente a mi. Odiar, cada día en que no estas; quererte tanto y de pronto. Amor, un puño de todo y nada el vacío que secuestra tu mirada, besos a media noche. Días enteros esperando una llamada. ¿Qué es el amor? Un golpe directo en la cara tiempo invertido en nada, tu huyendo como un bobo. Apagar y prender las luces soportar tu indiferencia, escuchar las pendejadas; el amor es ver que todos se marchan. Amor, una frase y nada más carencias y necedades. Palabras huecas, caricias frías; amor... ¿Qué carajos es eso? Viviana Nevárez

•Ahora qué •

Imagen
Ahora qué hago para no llorar para no sentirme vulnerable, ahora qué. ¿Llamarte cobarde, para que seas feliz? Qué hago con tus frases mal hechas con tu puñado de 'lo siento' con mi nombre escrito mil veces. Viviana... Viviana... Seguro no me duele tanto quererte seguro sigo siendo de acero, insomne, casi inhumana. Insensible y casi insufrible. Ahora qué invento para no odiarme por estúpida, crédula, soñadora; cazadora de tus besos. Perdedora. Ahora cómo explico que me muero. Yo estoy cansada de perdones cansada de hombres, que como tú, dan las gracias y se marchan. Cansada de amigos que se desvanecen. No soy, y que quede claro, vendedora de caricias, maestra o sanadora de pesares. Aquí dentro hay un latido... Débil, pero latido. Viviana Nevárez

• Regresa-me •

Imagen
Regrésame a la noche de donde vengo la sombra que me cobija, me adopta. Trae de vuelta el cascaron irrompible, la máscara presuntuosa; insensible. Dame un minuto para verte e irme dejar que te quedes entre escombros, que recojas los trozos de nada que conservas; dame de nuevo un camposanto. Cuerpos pálidos y pútridos. Todos artilugios, divinos o condenados, míos los secretos. Trae de vuelta las aves de rapiña, clichés de soledades; permite que adornen mis hombros blanquecinos. Aquí nadie busca un espacio donde quedarse no ahora que el sol sale y todos sonríen, a todos les aterra la muerte. Yo duermo al pie de su cama y me llaman etérea. Tú has sido el único culpable, desde hace unos meses, de escribir tu nombre en todas partes. Nauseabunda he terminado, harta de esperarte; de medio día a media noche. De madrugada eres mío. Mío, y de mis recuerdos morbosos. Lentamente, descubro que en tu piel hay huellas que pret

• Blue room •

Imagen
Todos hablan de la habitación azul del misterio que envuelven sus cortinas, de la obscuridad que es testigo de todos y cada uno de sus males. Hay mujeres que escuchan rumores de mitos y leyendas, placeres, hay historias que se han quedado sepultadas; y tal vez duendes que nos cambian la jugada. Amantes con los que uno sueña todos cuentan que hay siseos en la cama, azul casi negro. Silencio que se intensifica. Dentro y detrás de las paredes, anexos. Nada hay en ese cuarto, ni fotografías, nada para evitar reconocimientos. Algunas pinturas de bajo presupuesto objetos inanimados que llevan tu sello. Hablo de ti, dueño y esclavo. Poseedor, de la habitación, esclavo de tus recuerdos. Yo sólo dejé unos besos a media noche otros al amanecer. Pocas frases. A tu cuerpo mil susurros, palabras sin decir, yo grite a las cuatro paredes: ¡Te quiero! y escuche al eco venir. Cuarto, de muchas bocas y pocos sobre

• Otro no sé •

Imagen
No sé cuantas tazas de café he bebido, intento, sin éxito; no angustiarme. La luna esta de testigo, ojo fiel y firme. Testigo de que te pienso. Me he rehusado a quererte tanto y de golpe. Pareciera, hombre, que te he besado siempre. Tengo en mis manos tu rostro grabado. Pasaré el tiempo, está noche, pensando deseando que tu sonrisa no se esfume, poder llegar a tiempo y besarnos. Darte un abrazo, sostener tu mano. No sé cuanto he bebido ahora y me quedo quieta mas no tranquila, busco espacio en tu universo; estrellas sobre y debajo de tu pecho. Viviana Nevárez

• Noche de dolor •

Imagen
Me duele extrañarte más en las noches pensar que tal vez ni te preocupas, a veces quisiera borrarte. A nadie le importa que yo te piense. Voy a tomar una botella, abrazarle, como suplente de lo que me has dado. De noche la almohada no es suficiente, después de tenerte nada lo es. Guardo la imagen de tu sonrisa  el beso que ha nacido entre alcohol, etílico y efímero el momento; de roces que sea mi vehemencia. En la locura me quedo, navegando, en este barco sin tripulación caricias, sólo caricias y el tal vez; como si hiciera falta uno más. Aquí hay cosas que no entendemos como la facilidad con la que nos vemos. El momento y el espacio, justo; suspiros convertidos en gemidos. Después de todo me duele dejarte entrar y después no verte, despertar sin tu presencia cerrar los ojos  y aún sentirte. Voy a tomarte como indecente el cínico que más yo admiro, de risas, fiesta y vino de amores y

• Aburrida •

Imagen
De tu cama a la mía,  de tus hijos, nuestros;  a ti. Aburrida de este tedio, esperar cada tarde un beso. El espejo no me miente ando en busca de caricias, de noche, de madrugada; quiero estar sin ser esclava.  Aburrida de tu ausencia de estar siempre en la casa, aburrida de tus gestos de las noches sin palabras. El cuarto se hace más grande las peleas ya no alcanzan, aburrida de esperarte; de soportar tus desplantes. Te quiero, amor mío, amo tus besos aligerados. Me hace falta tiempo ser mujer , aparte de madre. Aburrida de gritarte de decir que es lo que pasa. De esperar que llegues tarde, de hacer planes sin contarme.  Me hago chica en este cuarto entre estas cuatro paredes, soy un niño nuevamente; he aprendido a balbucear. Ando, ya no erguida como antes, ando a gatas con mis hijos esperando acabe el día para verte , aparentar… Amor mío, ¿cómo estás? te pregunto y tu respondes;

• Sin miedo •

Imagen
Cuando dejemos el miedo, ese estorbo inoportuno. Yo quiero amarte sin lamentos llamarte a deshoras, decir: Te quiero. También me aterra tu pasado a veces me atormenta el mío, pero no quiero más fantasmas y sé que somos más que amigos. Yo no voy a pedirte que te quedes pero si lo haces seré feliz, yo no voy a exigirte un nombre una etiqueta para lo nuestro. Cuando haya tiempo, hablamos, de esas dos noches. De tus besos. Hablar, de la sonrisa en tu rostro después de dormir juntos. ¿Lo nuestro? No sé si debo decirlo si acaso es mío y no tuyo. ¿Cómo soltar el pasado si no intentas? Ya paso un tiempo, vamos a olvidarlo. Cuando dejemos el miedo las cosas se verán de a poco, en tus brazos me siento tranquila y tu mirada me cautiva. Me rehusaba a escribir de amor de volver a empezar, continuar; me aterra tu miedo. Nuestro. Pero me da valor este sentimiento. Días enteros, noches. A distancia, en cercanía. Da lo mism

• Vamos •

Imagen
Vamos a hablar de lo que la gente no sabe vamos diciendo unas cuantas verdades, di que me quieres y te quiero desde hace un tiempo que al caer la noche nos dormimos abrazados. Hay que decir lo que los otros no sospechan que hace unos días nos encontramos los labios que desde entonces no queremos más dejarnos y que de amores nos estamos olvidando. Quiero que sepas que conmigo no hay desquites que con el tiempo muchas cosas he aprendido, primeramente no tengo que hablar con nadie si lo que importa eres tú y ya lo tienes comprendido. Vamos a hablar de lo que pasa en las noches cuando en tu cuarto nos quedamos muy juntitos, hay que decir que hemos hablado tantas cosas que de pensar, hemos quedado ya cansados. Y la verdad sólo la sabe tu cama, y la verdad sólo la cuenta tu almohada. Cuando no esté ella te hablara al oído, seguramente no hará falta, que te recuerde como es que nos conocimos. Hay que aclarar que no quier

• Demasiado •

Imagen
Demasiadas huellas de tu estadía demasía de sentimientos y preguntas. No sé a dónde iremos a parar, quisiera creer que algún buen lugar. Se detuvo el tiempo y a ratos el miedo nos sentimos uno, desde hoy y como siempre, aunque el siempre no ha existido. Tus labios aun dudan al besarme a veces tiernos, otras titubeantes; demasiada paz en esa guerra suficiente para ser un día. El día. No hay silencio ahora que no estás, queda el eco de tu voz y tus caricias; mil sonrisas y tu lucha interna. Demasiadas ganas de quererte. Un poco cada poco. No sé que sigue, me hace falta escucharte y verte. Demasiado de todo y nada. Unas horas han pasado. Te extraño, y tengo miedo de quererte, demasiado. Tus frases hacen resonancia en mi cabeza, y tu sonrisa las deshace. No quiero terminar llorando, moreno, y estoy aquí meditando. El tiempo, la furia con la que nos entregamos; familiaridad angustiante. Demasía, miedos injustificados, temor a dar e

• Anda y ve •

Imagen
Pretenderé nadar lejos de tus aguas, del veneno que irradia tu sirena barata; para no convertirme en tu contrariedad para dejar de ser culpa de tu inseguridad. Eliminar el puerto en donde siempre embarcas para sentir seguro tu pasado presente, del nerviosismo tus miedos, innatos; tanto como los besos que has repartido y asesinado. Yo no le escribo al viento, ni al cielo, o la luna que es musa de cualquier ebrio; yo ando arrojando verdades y mentiras para ver quien las toma o elimina. Andaré escupiéndote el rostro, de y por todo: los dolores que me has causado, y alegrías, y todas esas cosas que no has escuchado gritaré tu nombre, secaré tu llanto. Sombra perdida en el horizonte, agazapada, con el corazón marchito; segundo de nada: un arranque deprimente o una duda disidente anda y ve, anda y dile que te mientes. Tú no has leído entre líneas la despedida, la constante e interminable pesadilla fuego y no ceniza, erizo de tu carne, viva; sangrante