• Noche de dolor •
Me duele extrañarte
más en las noches
pensar que tal vez ni te preocupas,
a veces quisiera borrarte.
A nadie le importa que yo te piense.
Voy a tomar una
botella, abrazarle,
como suplente de lo que me has dado.
De noche la almohada no es suficiente,
después de tenerte nada lo es.
Guardo la imagen de
tu sonrisa
el beso que ha nacido entre alcohol,
etílico y efímero el momento;
de roces que sea mi vehemencia.
En la locura me
quedo, navegando,
en este barco sin tripulación
caricias, sólo caricias y el tal vez;
como si hiciera falta uno más.
Aquí hay cosas que
no entendemos
como la facilidad con la que nos vemos.
El momento y el espacio, justo;
suspiros convertidos en gemidos.
Después de todo me
duele
dejarte entrar y después no verte,
despertar sin tu presencia
cerrar los ojos y aún sentirte.
Voy a tomarte como
indecente
el cínico que más yo admiro,
de risas, fiesta y vino
de amores y contratiempos.
Me cuesta mucho ir a dormir
cerrar los ojos y recordar,
tus labios sobre mi pecho;
mis manos sobre tu sexo.
Una noche más, una,
de dolor por ser mi ausente.
Viviana Nevárez
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