• Con las aves de pretexto •
Escucho el canto de las aves siempre están alborotadas, como exigiendo algo; o disfrutando todo. Yo no entiendo de parvadas ni de nidos o de alas, a veces creo soy un hada; que se quedo aquí varada. Alguien me corto las alas me quede sobre esta tierra, árida, donde todos son extraños; y extraño lo que no soy. El cielo a veces es pardo y las estrellas no brillan, dulce confort olvidado; caminar sin ver atrás… Ir, sofocando las velas que quedaron encendidas, de mi parte muchas de la tuya pocas. Las aves son sólo molestia para mi hastío matutino, no encuentro la gracia de alentarlos por su canto. Saturan mis sentidos con su trova de princesas, y no entiendo el alboroto por ver otro amanecer. Un día me cansaré de esto. Dejaré de pelear con el mundo, me uniré a las marchas por la paz; y seguro con eso; te olvido. Viviana Nevárez