Insomnio

Esta noche el insomnio se ha vuelto incomodo, de repente es bueno quedarte despierto y pensar. A veces la vida nos consume tanto que perdemos el tiempo con nosotros mismos, el momento en el cual puedes escuchar tus pensamientos y hablar con tu interior pero cuando estas noches se convierten en una costumbre, el insomnio ya no es tan agradable.

Por eso escribo, por que las palabras rondan mi cabeza; aparecen en desorden y bailan sin parar, saltan unas sobre otras se revuelcan como lombrices en un apetitoso lodo de pensamientos cruzados.

Hay tanto dentro de mi que no se que debe salir primero, ya todo parece convertirse en una masa sin forma ni fin, como la vida misma. Cada noche es una espera continúa del momento en el que mis ojos se cierren y pueda entrar a mis sueños; en donde también se esconden las aventuras más inimaginables.

Como despertar dos veces a la misma hora, confundir la realidad con un sueño y no saber si lo que te rodea es producto de tu imaginación o simplemente la creación imparable.

¡Qué curioso! ¿Cómo sabes tú que tu vida es real? Es decir, cómo distinguir el sueño de la vida real, la separación entre el producto de una mente sin descanso y el actuar como un individuo socialmente productivo en un mundo lleno de competitividad…

Mis ideas no son muy coherentes hoy, ni mis palabras. Sólo quiero decir que esta noche el insomnio se ha vuelto descaradamente incomodo, es un intruso que se apodera de mi cuerpo y juega con mi mente- hasta mis manos parecen ser guiadas por este violador atrevido- parece ser que no parará así que talvez este tipo de derrames verbales podrán continuar a manera de hemorragias nocturnas.

Viviana Nevárez