Un comienzo desastroso
… Es rabia por que aquí nada me sostiene, me pierdo entre la inmensidad, entre lo desconocido y los desconocidos. Al parecer, subir me aterra.
A veces quisiera ser la hormiga que es aplastada por un zapato distraído o ser invisible ante los ojos de la tristeza adquirida por automatización. Pero absurdamente no soy la hormiga que muere aplastada por el gigantesco bruto ni invisible a los ojos. Por eso caigo, pierdo y me rindo.
No se trata de días, horas o segundos interminables, ni de un futuro inexistente o entusiasmo programado, de amor o fuerza.
Yo soy quien excava su tumba, araña el colchón y muerde la almohada al ser penetrada por el deseo incontrolable de correr a los brazos de la mujer inmortal. Dueña y señora, no distingue raza, religión ni clase social.
Mujer sin rostro que viste de largo y se cubre con mantos negros y llanos, la puta que aparece en mis sueños y atormenta mi realidad. Caminando con seguridad insultante orgullosa de sus hazañas y sedienta de cuerpos tibios, de ancianos moribundos, de mujeres extasiadas… de hombres de niños…
Sólo hay un nombre que me detiene, una frase que me soporta y un anhelo que me ilusiona. Dos horas, tres días, un año….suelen ser una eternidad. Una estéril depresión, un ansia que carcome y destroza.
Un comienzo desastroso. Una diosa majadera, un año, tres días dos horas… tal vez, quizás sea sólo un segundo más.
A veces quisiera ser la hormiga que es aplastada por un zapato distraído o ser invisible ante los ojos de la tristeza adquirida por automatización. Pero absurdamente no soy la hormiga que muere aplastada por el gigantesco bruto ni invisible a los ojos. Por eso caigo, pierdo y me rindo.
No se trata de días, horas o segundos interminables, ni de un futuro inexistente o entusiasmo programado, de amor o fuerza.
Yo soy quien excava su tumba, araña el colchón y muerde la almohada al ser penetrada por el deseo incontrolable de correr a los brazos de la mujer inmortal. Dueña y señora, no distingue raza, religión ni clase social.
Mujer sin rostro que viste de largo y se cubre con mantos negros y llanos, la puta que aparece en mis sueños y atormenta mi realidad. Caminando con seguridad insultante orgullosa de sus hazañas y sedienta de cuerpos tibios, de ancianos moribundos, de mujeres extasiadas… de hombres de niños…
Sólo hay un nombre que me detiene, una frase que me soporta y un anhelo que me ilusiona. Dos horas, tres días, un año….suelen ser una eternidad. Una estéril depresión, un ansia que carcome y destroza.
Un comienzo desastroso. Una diosa majadera, un año, tres días dos horas… tal vez, quizás sea sólo un segundo más.
Comentarios
Nice to see you here!
http://mundotbc.blogspot.com/
Tecate