Día 7.




¡Una semana!
Ha sido una semana larga. Me siguen mil pensamientos cada segundo y trato de convivir y sobrevivir a cada uno de ellos.
Está noche pienso en lo cabrona que es la vida, lo diré así sin cuidar mi lenguaje, sin ser propia o cautelosa. Porque la verdad es que a veces intentas hacerlo bien y sale mal, y te encabronas porque no hay culpables, no hay a quién mentarle la madre, romperle el hocico… no hay dedo que señala ni a quién acusar. Es mera y absoluta frustración, mierda, mierda y más mierda.
A veces escucho personas decir:
“Dios no te da más de lo que no puedas soportar”
“Dios aprieta, pero no ahorca”
“Las cosas pasan por algo”
“De todo se aprende en esta vida”
¡Sinceramente creo que me importa un carajo! ¿Soportar? ¿Qué somos… mártires? O estamos constantemente a prueba ante el ojo temeroso de fallar o no, de hacerlo bien o no. De merecerlo o no. Obviamente, de todo aprendemos pero que hay sino quiero aprender de todo en esta vida. No quiero lecciones a base de putazos, es como el novio abusador o el marido que te pone los cuernos.
No existe acaso la capacidad para hablar y decir las cosas, para exponer como es y no como pretendemos que sea. No debería condicionarse la felicidad en medida a lo que seas capaz de soportar para llegar a ese estado de satisfacción o ese sentimiento de “estoy donde quiero estar”.
Habría que ser sólo felices, no que todo sea rosa pero que todo sea… que si lo deseas suceda y no te sabotees. Que la vida no nos quiera dar lecciones en medio de la paz y la tranquilidad. Este afán de hacer guerras donde hay paz.
¿Y ahora vez cómo llegué a estar sin ti una semana? Y me fumo otro cigarro para pensar que no estás lejos, que no has muerto en realidad y que … mañana hablamos.
Las cosas son como son, nos guste o no. Te esfuerzas, lo tienes, lo pierdes, te jodes. Y así, porqué Dios aprieta y no te da más de lo que no puedas soportar, porque las cosas pasan por algo y de todo aprenderás. ¿No te jode?
Te extraño, te extraño un putero, un chingo… Quisiera que no fueras tan importante, que no me interesara que ocurre contigo, poder dormir y poder seguir; como si nada, como si nadie..

Viviana Nevárez

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