•Hablemos de probabilidades•




Probablemente un tiempo ni me pensaste
y no recordabas mis besos de madrugada,
ni las noches en que a tu cama escapaba.

Hablemos de aquella primera noche sin sexo
de los tópicos alcanzados, de tu etílico aliento.
Del cómo deseamos besarnos sin hacerlo,
y el modo en que tú me mirabas.

Siempre supiste como inspirarme, ese es tu don
y mi castigo fue idealizarte, hombre.
Hablemos de las noches jadeantes,
de tu ropa en el suelo y tus brazos cobijándome.

De la probabilidad que existe de toparnos en la calle
de las veces que ha pasado, del primer beso tímido,
en ese autobús escolar con toda la intención de estar.
Tu cara a través del cristal, mis nervios y necedad.

Probablemente siempre estuvimos tarde
uno en la vida del otro, pero fuimos,
remotamente; un instante sostenido
entre tus muslos y mis gemidos.

Y voy de nuevo, probablemente eres (fuiste) sólo tentaciones
el diablo que siempre has sido, vestido de ángel;
hablemos de lo galante. Probablemente lo sabes
que fuiste dulce deleite, atracción mutua, goce y culpas.

A tu auto le regalamos silencios, manos entrelazadas
y en tu cuarto la tormenta que dejamos sobre tu cama,
las sábanas arrugadas, el olor de nuestros cuerpos;
madrugadas sostenidas en el tiempo, hedonistas.

Fueron tiempos buenos contigo
pero yacimos en picada, entre miedos y lamentos
de tu pasado y el mío, no vimos futuro
pero sin duda, lo sé y lo sabes; tuvimos presente.

Hablemos entonces de lo rico de tus besos
de tu sexo dispuesto, de mi prudencia ilusoria,
de los mensajes y llamadas, del caos
hablemos de descubrimientos.

Tabaco, sexo, filosofía y economía.
Todo estaba expuesto en tu cama,
en ese cuarto, en esa casa. Aquel entonces.
Probabilidades.

Viviana Nevárez

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