• No estás •
Tú no estás, no más,
no estás porque te fuiste
una tarde cualquiera
a los brazos de ella.
No fue la partida, no lo fue,
sino tu arrogancia y desplante
la estupidez de tus deseos
carnales.
La mentira y arrebato, el regreso,
tus promesas sosas, desesperadas;
las noches después de eso
el sexo, las lágrimas y el frío.
Cada gota derramada
el dolor absurdo por amarte,
tú no estás más
pero queda la costra inmunda.
Te di los besos que tenía
el amor más puro, todo;
y me quedó la certeza
de ser quien más te tuvo.
A media noche lloré,
cada día hasta hoy
al amanecer no tendré nada de ti
tal vez una herida o cicatriz.
Tú no estás, pero existes
porque te di confianza
y recibí traición, te di caricias;
me arrancaste el corazón.
Entre dar y recibir
el preludio del adiós, ingrato;
como tú, vacío como aquella
quien anestesia tus noches.
Tú no estás más
pero te arrastras en secreto
para volver desde tu infierno
a suplicar el perdón, que no tengo.
Viviana Nevárez
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