• Todo son rosas •
De pronto buscamos los besos que nos faltan
y los brazos que no dan abrigo a media noche,
otras caricias aunque sean vanas
que al día siguiente todo son rosas.
Como en todas las guerras: masacre, víctimas,
muerte y después paz.
No importa que sea efímera y que mañana,
tristemente, paguemos la cuenta.
Y todo son rosas.
Un disparo justo en medio de la cabeza
porque el corazón es un juego
lo sabemos todo y lo negamos todo.
Somos burla o un chiste mal contado.
La cama ahora es un simple lujo
el mueble que siempre ha sido,
bello ornato que hace la casa acogedora;
parece un hogar ese rincón nuestro.
Y bebemos vino en lugar de té
para ahogar las frases que no decimos,
delicado espejo que nos refleja
que ahora somos algo que no es destino.
Y todos son rosas después de huir
uno del otro, huimos como enemigos;
sentados bajo el mismo techo
dándonos todo menos el tiempo.
Viviana Nevárez
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