• Un poeta y un niño •



Recuerdo a un hombre de poesía
alto, enorme como un árbol
intimidante pero tierno como lechón,
y amoroso como un niño. 

Escribía cada noche sobre el amor
y las mujeres. De todas las que amó.
Jugaba sin horarios a ser un hombre,
un gran hombre aunque fuese crío.



Yo lo quise en mi navío y viajamos.
Siempre caminamos a todos lados,
a veces a fuerzas;
porque su defecto fue la pereza.

Nos reímos a ratos, fuimos amigos
siempre fuimos amigos,
porque en mi viaje andaba yo ausente;
desahuciada, lejos. 

Y encontré el refugio en el bueno
quien me prestó sus brazos y sus sueños,
y no me excuso o arrepiento;
porque le quise aunque a destiempo.

Me fui, nos fuimos... 
y fui espina en un corazón herido,
como fue para mí otro hombre;
un ausente, perdido. 

Le recuerdo igual que los tiempos buenos
con la mirada inocente, con la sonrisa de siempre
entre edificios, pueblos y callejones;
entre hoteles y direcciones perdidas.

Recuerdo un hombre de cine, de colecciones,
ciencia ficción y corazones. Distraído, mucho,
que sin querer dolía pero olvidaba pronto. 


Viviana Nevárez



    

Comentarios

Alex Alvarez ha dicho que…
Y era tan buen poeta,
que hasta su recuerdo fecunda poesía
en cada corazón que lo recuerda.

Me gustó tu poema.

Saludos

Entradas populares de este blog

• Me llaman puta •

• Deberían ser ilegales tus caderas •

• De locura nocturna •