• Después •

Me cansé de llorar océanos

siempre triste, en silencio,

conquistando cada madrugada,

creando versos, escupiendo historias.

A cierta hora el murmullo se apaga

el dolor se apacigua,

le da por tomar siestas

como agarrando fuerzas.

También los ojos se secan

como las flores marchitan

el sol se mete, y a veces,

la luna se consume en lamentos.

Después de llorar, sonrisas,

para engañar al mundo

pero nunca al corazón

ni a la herida o esta alma moribunda.

Querer un respiro, un segundo,

intentar no estar, no ser;

escapar del gran engaño

cerrar los ojos.

Después arrojarme al suelo

esperar que llegues, con flores,

un puño de lágrimas

un combo de entierro.

Después…

Viviana Nevárez