• No me dejes aquí •
No puedo dormir y tengo un cuerpo cansado
mi corazón ha sido arrasado, devorado,
cada segundo suplico por desvanecerme;
ya no hay sonrisas ni felicidad sólo sufrimiento.
Resignada me entrego a la soledad, tristeza,
no ha sido fácil intentar continuar, arde, duele,
mancera este amor: ¡No me dejes aquí!
imploro fehacientemente, llévame, si acaso existes.
Busco la forma de dejar de respirar, lacerada,
sofocando sentimientos fallidos, mentiras,
asesinando promesas fingidas, digiriendo;
veneno, sólo veneno circula en mis venas.
Cada noche me rasgo la ropa, la piel, lloro;
repaso cada palabra leída, escuchada, inventada,
se clavan como espinas en el alma los engaños
anhelo, cada segundo, espero: ¡No me dejes aquí!
A ti, titiritero del mundo, fuerza externa, divinidad
a ti, si acaso existes te ruego, te imploro gritando;
tómame a media noche, despiértame de este sueño
ven por mí o simplemente sácame de esta vida soez.
No me dejes aquí, ya no puedo soportarlo un día más
te confieso que ha sido demasiado para mi, herida,
de la entrega sólo tengo reproches; del amor una burla,
de la ilusión continúa; más mentiras y el adiós.
Es inútil intentar describir este inmenso dolor
y es que todo ha sido vil, cruel, actos de cobardía, interés,
porque nadie puede sacarme de aquí, ni yo ni él;
por favor ¡no me dejes aquí, ven por mí! ¡Escúchame!
Te imploro, te ruego vengas aquí a mitad de la noche
quítame el aliento, déjame morir. ¡Arráncame la vida!
diluido mi corazón, acrecentado este amor, lastimada,
¡ayúdame, por favor! Si acaso existes: ¡No me dejes así!
Dolor, agonía, heridas punzantes, lágrimas eternas,
amor pisoteado, cuerpo utilizado, ilusión estúpida,
tonta que creyó tus mentiras, amor inconciente, imbécil,
si acaso existes envíame la muerte. ¡Sácame de esta mierda!
Viviana Nevárez
mi corazón ha sido arrasado, devorado,
cada segundo suplico por desvanecerme;
ya no hay sonrisas ni felicidad sólo sufrimiento.
Resignada me entrego a la soledad, tristeza,
no ha sido fácil intentar continuar, arde, duele,
mancera este amor: ¡No me dejes aquí!
imploro fehacientemente, llévame, si acaso existes.
Busco la forma de dejar de respirar, lacerada,
sofocando sentimientos fallidos, mentiras,
asesinando promesas fingidas, digiriendo;
veneno, sólo veneno circula en mis venas.
Cada noche me rasgo la ropa, la piel, lloro;
repaso cada palabra leída, escuchada, inventada,
se clavan como espinas en el alma los engaños
anhelo, cada segundo, espero: ¡No me dejes aquí!
A ti, titiritero del mundo, fuerza externa, divinidad
a ti, si acaso existes te ruego, te imploro gritando;
tómame a media noche, despiértame de este sueño
ven por mí o simplemente sácame de esta vida soez.
No me dejes aquí, ya no puedo soportarlo un día más
te confieso que ha sido demasiado para mi, herida,
de la entrega sólo tengo reproches; del amor una burla,
de la ilusión continúa; más mentiras y el adiós.
Es inútil intentar describir este inmenso dolor
y es que todo ha sido vil, cruel, actos de cobardía, interés,
porque nadie puede sacarme de aquí, ni yo ni él;
por favor ¡no me dejes aquí, ven por mí! ¡Escúchame!
Te imploro, te ruego vengas aquí a mitad de la noche
quítame el aliento, déjame morir. ¡Arráncame la vida!
diluido mi corazón, acrecentado este amor, lastimada,
¡ayúdame, por favor! Si acaso existes: ¡No me dejes así!
Dolor, agonía, heridas punzantes, lágrimas eternas,
amor pisoteado, cuerpo utilizado, ilusión estúpida,
tonta que creyó tus mentiras, amor inconciente, imbécil,
si acaso existes envíame la muerte. ¡Sácame de esta mierda!
Viviana Nevárez
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