• Para qué decirlo •
Para
qué voy a decir que te quiero.
Yo no te quiero, hombre, ni un poco;
si me asusta tu mirada ausente
y por deporte huyo de ella.
Yo no te quiero, hombre, ni un poco;
si me asusta tu mirada ausente
y por deporte huyo de ella.
Para
qué pedirte mil besos
si cada uno será ajeno.
Ni un trago de tu ebria saliva
podrá saciar la sed que poseo.
si cada uno será ajeno.
Ni un trago de tu ebria saliva
podrá saciar la sed que poseo.
No
quiero decirte, hombre,
que tal vez serás mío.
Un instante, en que estés triste,
después dejarnos; desconocidos.
Andar de la mano para olvidarnos
como si el tiempo fuera engaño
y esta vida, una mentira.
Qué importa si eres quimera.
Pero para qué diré que no siento:
el suspiro de media noche,
o el roce de tu cuerpo tibio;
para qué mentirle al deseo.
que tal vez serás mío.
Un instante, en que estés triste,
después dejarnos; desconocidos.
Andar de la mano para olvidarnos
como si el tiempo fuera engaño
y esta vida, una mentira.
Qué importa si eres quimera.
Pero para qué diré que no siento:
el suspiro de media noche,
o el roce de tu cuerpo tibio;
para qué mentirle al deseo.
Decir
que no importa si llegas
o si llamas sin motivos,
pensar que tú me quieres
creer que hemos vencido.
Para qué voy a decir que te quiero
si la noche es larga pero el tiempo corto.
Deberás entonces besarme lento
mientras nos llega el riesgo; de perdernos.
o si llamas sin motivos,
pensar que tú me quieres
creer que hemos vencido.
Para qué voy a decir que te quiero
si la noche es larga pero el tiempo corto.
Deberás entonces besarme lento
mientras nos llega el riesgo; de perdernos.
Viviana
Nevárez
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