• Te amé •
Las ramas secas se quejan
arañan las ventanas, celosas,
yo les cuento de tus ojos
bajo la luz de la luna.
Qué amé tus labios furiosos
y tus manías más molestas
yo amaba despertar en tus brazos,
cansados de tocarnos…
Enamorado estaba el ritmo
y el tiempo no existía
éramos el beso más sediento
y la envidia del lamento.
Yo te amé más que a la vida
y a la muerte, que idolatro.
Acomodé mi cabeza en tu pecho,
susurramos un te amo.
Fueron los días más felices
de sexo y conversaciones
de reliquias obscenas
e ilusiones compartidas.
Yo te amé hombre, encanto,
como se ama una vez
por siempre y sin reclamos
sin pausan ni intereses.
Amé tu enojo, frustraciones
y tus lágrimas de infante,
cada madrugada, tu cuerpo;
amaba amarte sin pesares.
En demasía, aunque reclames;
hoy el tormento es recordar
que te amé sin limitantes
a deshoras sin premuras…
Amaba morderte la lengua
dibujarte mis poemas
soñar que había un para siempre
aunque en un instante muriese.
Te amo, te amé, en abundancia
en carencia o penumbra
entre llanto y la costumbre
amaba olvidar que amar es sufrir…
Sufrir y llorar, perder y morir.
Viviana Nevárez
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