• Todo o nada •



I
Nada tengo que pedirle a tu ternura
vienes y te das en bruto, tan torpe,
desesperadamente asfixiante;
tan libre y tan cotidiano. Inocente.


A tus palabras les tengo miedo
tan inútiles, tan sosas.  Sólo frases,
poco pensadas, sucias;  manoseadas.
Le temo a tu mente ordinaria, masiva.


De besos me inundas cada tarde
algunas noches en que te encuentro,
de promesas de no ser nadie;
ni yo para ti, ni tu para mi. Nada.


Jugando a ser amigos, enemigos,
de repente amantes. 
¿A qué vienes si no planeas jugar?
lanzarte al precipicio, intentar.


II
Yo estoy cansada de dudas, 
de andar regalando caricias, a deshoras;
cansada de beber alcohol y sonreír
cansada de este vicio de ser paciente.


No tengo nada de ti pero buscas todo de mi
lanzarme besos frente a todos, luego huir;
hablar de no enamorarnos, y llegar de imprevisto
jugando al si pero no.

Cortas, son demasiado cortas tus ideas 
y no me acostumbro a explicar mis palabras,
yo no vivo de ordenes, soy libre hasta donde puedo;
hombre, no me digas te quiero y luego renuncies.


Nada, que seamos nada; estoy de acuerdo
nada frente al mundo, frente a nuestros ojos;
pero no vengas, ni una vez más; a plantarme besos.
Siempre, cuando otro hombre se acerca; somos todo.



Viviana Nevárez





Comentarios

Entradas populares de este blog

• Me llaman puta •

• Deberían ser ilegales tus caderas •

• De locura nocturna •