• Serás, serás •


Mujer, de tardes y noches recias,
serás abrigo en la tormenta
de piel, de seda que adormece;
júbilo en primavera.

Trataré de adornar tus muslos
no con una rosa cualquiera,
serán los murmullos del viento;
pétalos de aliento sobre tu cuerpo.

Abrir tu corazón y no tus piernas
para beber tus besos y no tu sexo,
páramo de vida, infinito.
Serás silencios compartidos.

En una esquina, cualquiera,
con ropas caras o sin ellas
serás mujer y no florero;
ni intercambio de promesas.

Cuando caiga la tarde
en tus brazos, ligeros,
recargare mi cabeza, torpe;
y creyéndote diosa, te amaré.

Amarte, con cada partícula
aunque después muera
y ser, siempre, tu estrella;
de centelleo perecedero.

Serás, de todas la más bella
no única, jamás indispensable
pero sí deidad. Digna,
indigna, de todos mis pecados.

Cuando te canses del tocado
de la imagen de sirena,
artilugios para encantar a incautos;
podrás venir, desnudarte.

Serás una caricia tibia
un instante para pensarte, ser o no;
mariposa de la noche, oruga,
o sólo un destello que dormita.

Viviana Nevárez

Comentarios

Cesar Alejandro ha dicho que…
Es un poema de esos que te gustaria dedicar, muy perverso sin desviarte mucho de tu estilo... Me ha gustado grilla. Besos!

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