• ¿Y qué si…? •



No vas a entender mis pensamientos
la manera en que te busco a media noche,
quizás deseándote en secreto.

A tu recuerdo no me aferro, no eres pasado
no has dejado de ser presente, de vez en cuando;
nos vamos y nos perdemos. Uno del otro
como medrando el tiempo.

Vuelvo atrás para contar los meses que han pasado
la velocidad con que tomaste otros brazos,
en un pueblo pequeño una mujer ingenua;
a veces pienso que eso deseas. Necesitas…

Puerto seguro para tu embarcación inestable
tierras fértiles para tu deseo de macho,
siempre me pareciste aterrador, con toda esa seguridad.

¿Y qué si te digo que te quiero?
Que odio ver tus fotografías al lado de tu reciente adquisición,
otra modelo de monitor, de noches y conversaciones largas;
otro algoritmo que de vez en meses se convierte en piel.

¿Y qué si a veces pienso en comenzar de nuevo?
Y desempolvo aquella foto (que nunca te di) donde nos damos un beso,
donde escribí temblorosa: ¿Volver a comenzar?

Fue un intento de disculpa. Por todas las noches en silencio
y todas esas lágrimas que te hice derramar,
hombre en piel de niño. Ausente, cómplice fortuito;
cazador de sueños y locutor de ellos.

¿Con cuántos besos olvidaste mis besos?
Sin querer ser altanera, ególatra, intolerante;
o todo aquello que decías me convertía en arrogante.

¿Cuántas caricias para borrar mis huellas de tu rostro?
¿Y qué de todas esas letras que convertiste en poesía?
Toda mía, toda de ti.

Aún conservo la imagen nuestra, y mi intento sin intento, de volver.
Como si fuese un libro que ha quedado principiado,
pero me dormí un buen rato y me fui de largo
y tu amor, cariño; se me fue de paso.

Viviana Nevárez

Comentarios

Entradas populares de este blog

• Me llaman puta •

• Deberían ser ilegales tus caderas •

• De locura nocturna •