• Te esperé •




Te esperé como si fueras a volver
en la misma ciudad, en el mismo sitio
y hasta dudé en cambiarme la ropa,
por aquello de que no me fueras a reconocer.

Puse mi mejor sonrisa, preparé un discurso
el mejor de todos. Un poema  te escribí
sin rimas sin sistemas.
Con los brazos abiertos, esperé; para abrazarte fuerte.

Ya no mido el tiempo en horas, días, meses,
pero hace ya varias lunas que te espero
y muchos, demasiados soles. No llegas.
Me da miedo no verte volver por mi puerta imaginaria.

Soy una extraña en una ciudad conocida.
Un muerto entre los vivos, un adorno descompuesto;
la mitad de algo o nada. Porque te espero,
como si aún me quisieras.

En el remoto caso que no vuelvas
te pido mis recuerdos, todos. Las cartas, las letras,
todas las fotografías, todas las vivencias.
No te quedes con nada, no me llevaré el polvo.

Te esperé, en pasado para que crean que ya no lo hago
para engañar a quienes me señalan;  los que se burlan.
Ellos que saben que no vendrás porque estás ocupado,
jugando a ser padre, empleado, esposo. Otro…

A veces entiendo  que no volverás, ni un segundo,
porque dejé de sentirte, pero nunca de extrañar.
Despierto bañada en sudor, en llanto,
harta de tu rostro en cada sueño. Pesadillas continuas.

Soy un cajón lleno de tus besos, caricias,
de tu forma de hacer el amor. De las calles recorridas,
soy una farsa y una falsa. En hilos, en cuerdas rotas,
en notas tristes convertiste el adiós inmaturo.

Y yo te esperé, como si fueras a volver
con un hada entre las manos, un incienso;
unas cuantas ideas y un puñado de inspiración
pero la espera se desvanece como te desvaneces tú.

Viviana Nevárez

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