• Creo •



Creo en tus cejas, 
marco de tu rostro imperfecto.
En la arruga prematura de tu entrecejo;
cómplice y testigo de todos tus enojos.


Creo en tus ojos,
que son simples ojos y no piedras;
ojos  que a veces se nublan.
Que no saben, que no conocen de lágrimas.

Creo en tu nariz,
en tu sentido del olfato, fino,
diestro para encontrar mi cuello;
moléculas airosas de mi perfume cítrico.

En tus manos creo,
armas mortales listas para atacar.
Tibias para tocarme los senos,
para viajar en mis piernas; inquietas.


Creo en tus caderas,
en el ritmo impaciente que predican.
Camino inseguro para mis prejuicios;
tus caderas, culpables por mis desdenes.


En tus labios creo,
que no saben a fruta ni a dulce,
que son labios, carne y lengua;
de licor y algún cigarro.


Creo en tu sexo,
en las sábanas sobre tu cuerpo,
en los lunares que escondes;
víctimas de mis desvelos.


Y creo en tus besos, 
todos y cada uno de ellos. Míos y no;
los guardados y repartidos.
En tus arranques triviales yo creo.

Creo en tus frases,
de madrugada cuando nadie te escucha
entre mis brazos, sobre tu cama;
y juego a que creo cuando me dices te quiero.

Creo en tus te amo,
prefabricados todos. En tus inseguridades,
salida fácil para la entrega.
Creo en ti, cuando llenas el vacío que hay en mí.


Viviana Nevárez

Comentarios

Entradas populares de este blog

• Me llaman puta •

• De locura nocturna •

• Deberían ser ilegales tus caderas •