• Un montón de silencios •
Hay un montón de cosas que
prefiero no decirte
y es que aprendí a callar desde muy pequeña,
mas que un mecanismo de defensa; a manera de protesta.
Y yo me callo porque encuentro a muchos gritando
y los gritos se convierten en ruido, el ruido siempre lastima...
Al final, el panorama es triste. Heridos, heridos de palabras.
mas que un mecanismo de defensa; a manera de protesta.
Y yo me callo porque encuentro a muchos gritando
y los gritos se convierten en ruido, el ruido siempre lastima...
Al final, el panorama es triste. Heridos, heridos de palabras.
Porque hablar
siempre es bueno pero hablar de más no tanto
porque a veces poco es mejor que mucho, o lo justo;
es precisamente lo que necesitamos.
porque a veces poco es mejor que mucho, o lo justo;
es precisamente lo que necesitamos.
Hay un montón de
cosas que no te cuento
como las pecas que me aprendí de memoria,
y las dibujo en el viento, sobre mi mano
o sobre tu pecho; un mapa de ti mismo.
Al final estaré segura de que he callado demasiado
pero he dicho lo justo. Y a cada palabra le doy su lugar,
y el valor que he debido darle, aunque otros no lo hagan
aunque los te quiero se les caigan...
Y así en un bucle infinito me quedó en silencio
como las pecas que me aprendí de memoria,
y las dibujo en el viento, sobre mi mano
o sobre tu pecho; un mapa de ti mismo.
Al final estaré segura de que he callado demasiado
pero he dicho lo justo. Y a cada palabra le doy su lugar,
y el valor que he debido darle, aunque otros no lo hagan
aunque los te quiero se les caigan...
Y así en un bucle infinito me quedó en silencio
pero te digo a
veces cuánto me faltas,
o cómo recuerdo tu sonrisa. Tus besos,
los encuentros, los pretextos. El color de tu cuarto.
Un montón de silencios, eso te he guardado..
o cómo recuerdo tu sonrisa. Tus besos,
los encuentros, los pretextos. El color de tu cuarto.
Un montón de silencios, eso te he guardado..
y sonrisas entre copas, o copas entre insomnios.
De alcohol tu mundo, de dolencias
de la añoranza, un montón de recuerdos, vagos.
Y somos o fuimos un puñado de silencios
bajo la sábana obscura, bajo el encanto efímero.
Tantas cosas, tantas que no hemos de decirnos nada.
De alcohol tu mundo, de dolencias
de la añoranza, un montón de recuerdos, vagos.
Y somos o fuimos un puñado de silencios
bajo la sábana obscura, bajo el encanto efímero.
Tantas cosas, tantas que no hemos de decirnos nada.
Viviana
Nevárez
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