• De finales tristes •




Qué final tan triste tuvimos
de aquellos besos quedo nada
y de los abrazos cálidos...
Toda la poesía era de amor.


Era un mar inmenso e interminable
olas de caricias que se multiplicaban,
de minutos que se iban; saltando de alegría.
Eran los buenos días y las noches buenas.

Qué final tan caótico inventamos
nos dimos todo de golpe 
y de golpe nos lo quitamos;
fue todo guerra cuando era paz.

Era siempre el cielo en la cama
y el infierno tener que despertar,
nos dijimos mucho y nos faltaba tanto;
éramos luz entre tanto llanto.


Qué final tan... ¿Y si todo se detuviera?
que los besos jamás se marchen
que no haya lugar para el dolor.
que olvide para siempre el sufrimiento.

Daríamos vueltas por las calles de siempre
sujetos sujetados de la mano,
a veces eufóricos a veces callados;
siempre amantes, siempre amados.

Nos toco la tentación absurda, el desgane
y un disgusto que se incubo de noche;
por el cansancio diario, monótono
o por las ganas de tener ganas de otros.



Qué final tan triste tuvimos
cuando todo era magia
cuando aún recordamos el día, aquel día
y de vez en cuando nos decimos pensando: 

¡Te extraño!


Viviana Nevárez

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