• Los que se aman •
En jaulas se encierran los que se aman,
de cristal e individuales, para verse
o sentirse de vez en cuando.
Se hablan pero en instantes, silencio.
Se regalan lejanía, espacios grandes
en cuartos diminutos.
Uno come a las dos de la tarde
otro a las dos y treinta; a veces,
cuando el día los llena de tedio…
Se miran, se abrazan, se besan
y aún saben que se aman.
Y el tiempo se escurre, el tiempo.
Los que se aman a veces se pierden
se van, regresan;
uno va extrañando más que el otro.
Del mutismo emergen suspiros varios
que se esparcen por el aire que respiran;
se llena el cuarto de palabras no dichas.
En jaulas con puertas cerradas, sin llave;
con un camino, uno sólo, para ir y regresar.
Los que se aman no olvidan estar.
Al caer la noche se van a la cama
uno junto al otro, se toman, se entienden;
se saben ahí para despertar con caricias.
Los que se aman duermen juntos, se quieren,
se buscan de madrugada, siempre se encuentran.
Y saben que los espacios no son para separar.
Viviana Nevárez
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