• Róbame •
Cualquier día, mientras todos se disipan
cuando el sol se oculta y la noche cae,
róbame, despójame del tiempo
de las ideas que atormentan; libérame.
Más que el aliento, róbame la vida,
quítame la ropa, invéntame un nombre
sin promesas, para no escondernos después
para no ser un recuerdo o el peso de ayer.
Sé un hombre, más que fálico, actuante,
sin cielos, lunas o estrellas: ¡no quiero universos
no me caben en el bolso, no me visto con ellos;
todo estorba, yo no quiero artilugios!
Róbame el asombro de vez en cuando,
para pensar que no te conozco, para reír;
di algo tonto siempre, hablemos de muerte
y discutamos en presente.
Yo no quiero que tus brazos sean cadenas
o que en cada beso el mundo se suspenda,
un instante, para que nada opaque el desenfreno;
quiero locuras distintas, verdades completas.
¿Dónde te metes cuando te necesito,
cuando imagino que eres tú, cuando te sueño;
en qué lugar reposas, desgastando amores?
¡Dime dónde y hasta cuando!
De letras, de estúpidas y jodidas letras,
no tengo nada más que el desierto
una pluma triste, un sendero fortuito;
róbame la inspiración, la poesía…
No es bendición, arrojar incoherencias,
desdibujar a diario, llamarte sin pensarlo,
reprocharte que no existes, que te has tardado
róbame más que un cuerpo: ¡impresióname!
… Sin planearlo, sin rosas ni muñecos,
yo no quiero príncipes ni sapos,
róbame sin lamentos sin miedo
sin permisos, róbame.
Viviana Nevárez
róbame, despójame del tiempo
de las ideas que atormentan; libérame.
Más que el aliento, róbame la vida,
quítame la ropa, invéntame un nombre
sin promesas, para no escondernos después
para no ser un recuerdo o el peso de ayer.
Sé un hombre, más que fálico, actuante,
sin cielos, lunas o estrellas: ¡no quiero universos
no me caben en el bolso, no me visto con ellos;
todo estorba, yo no quiero artilugios!
Róbame el asombro de vez en cuando,
para pensar que no te conozco, para reír;
di algo tonto siempre, hablemos de muerte
y discutamos en presente.
Yo no quiero que tus brazos sean cadenas
o que en cada beso el mundo se suspenda,
un instante, para que nada opaque el desenfreno;
quiero locuras distintas, verdades completas.
¿Dónde te metes cuando te necesito,
cuando imagino que eres tú, cuando te sueño;
en qué lugar reposas, desgastando amores?
¡Dime dónde y hasta cuando!
De letras, de estúpidas y jodidas letras,
no tengo nada más que el desierto
una pluma triste, un sendero fortuito;
róbame la inspiración, la poesía…
No es bendición, arrojar incoherencias,
desdibujar a diario, llamarte sin pensarlo,
reprocharte que no existes, que te has tardado
róbame más que un cuerpo: ¡impresióname!
… Sin planearlo, sin rosas ni muñecos,
yo no quiero príncipes ni sapos,
róbame sin lamentos sin miedo
sin permisos, róbame.
Viviana Nevárez
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